por Malena Cuppari

La clave para una estrategia de contenidos efectiva es lograr generar un vínculo a través de la empatía con tu comunidad. Para lograr eso es necesario entender a quién le vas a hablar. Te aseguro que generar contenido cuando sabes quién te lee/ve/escucha es mucho más fácil que hacerlo a ciegas. En este artículo te explicamos cómo identificar a tu cliente ideal de una vez y para siempre.

Personas que pueden llegar a comprar tu productos o servicios hay muchas, pero no todes son clientes ideales. Es importante que sepas diferenciarlos para afilar tu estrategia comercial y de contenidos. Lo primero que tenés que hacer es armar a tu buyer persona, es decir, una representación semi ficticia de tu cliente ideal. Está basada en datos reales sobre el comportamiento y las características demográficas de tus clientes, así como en una creación de sus historias personales, motivaciones, objetivos, retos y preocupaciones. Pero vamos de a poco.

Seguramente cuando creaste tu proyecto lo hiciste pensando en que es compatible con un tipo de persona específica que querés atraer. Si no lo hiciste así, no importa, nunca es tarde para pensarlo. Lo importante es que entiendas que si estás leyendo esto es porque seguramente no vendes un producto de consumo masivo que puede llegar a comprar todo el mundo. Les emprendedores nos caracterizamos por diseñar productos y servicios mucho más artesanales y personalizados que no son para un público masivo, son para un grupo selecto de personas y eso está muy bien. Es nuestro diferencial y tenemos que empezar a aprovecharlo.

Entonces, ¿cómo crear un buyer persona paso a paso?

1- Pensá en quiénes son tus clientes hoy en día. Hacé una lista de gente que sepas que efectivamente compra tus productos o servicios.

2- Una vez que tengas tu lista de clientes reales, pensá en quiénes de esos clientes son tus “preferides”.

3- Si bien no se trata de elegir preferidos al azar, la idea de este ejercicio es que te dejes llevar un poco por las emociones y sobre las personas que elegiste como “preferidos” te hagas las siguientes preguntas:

¿Por qué eligen mi marca y no otra?
¿Se sienten identificades con los valores de mi marca?
¿Qué es lo me gusta de estas personas como clientes?
¿Me gustaría atraer más clientes como elles? ¿Por qué?

4- Ahora olvidate de tus clientes reales y empezá a pensar en tu cliente ideal. Es decir, la persona que vos querés que compre tus productos y servicios. ¿Lográs identificarlo con alguno de tus “clientes preferides”? Probablemente la respuesta sea sí. Si no lo es, significa que le estás vendiendo a las personas equivocadas, pero no pasa nada, nunca es tarde para cambiar de estrategia.

5- Entonces ya sabes quiénes son tus clientes reales y tus ideales. Lo que tenés que hacer ahora es crear una persona uniendo las características de ambos. Esta persona tiene que poder y querer efectivamente comprar tus productos o servicios y, además, vos tenés que querer que esa persona te compre tus productos o servicios. Tiene que ser alguien parecido a quien vos pensaste cuando armaste tu marca. Y ahora empieza lo divertido porque le vas a dar vida. Le vas a poner un nombre, un apellido, edad, fecha de nacimiento, etc.

La idea es que lo hagas lo más completo posible y que no te bases solamente en sus datos demográficos, si no que piensen MUCHO en su personalidad: qué le gusta, qué la motiva, qué la inspira, qué tipo de películas mira, cómo se viste, etc.

Te dejamos algunas preguntas guía para ayudarte:

• Nombre:
• Edad:
• Profesión:
• Estado civil:
• Lugar de nacimiento:
• Lugar de residencia:
• ¿Con quién vive?:
• Motivaciones:
• Gustos y aficiones:
• Red social favorita:
• ¿Cómo se informa?:
• ¿Cómo se viste?:
  

Una vez que tengas esto definido, todas tus acciones van a empezar a estar 100% dirigidas a las personas que te interesa atraer. Esto va a generar que tu estrategia sea más eficaz porque va a tener un foco y te prometo que la vida va a ser mejor.

Es muy difícil no caer en hacer cualquier cosa, si no sabes quién está del otro lado. Esto pasa cuando pensamos un servicio, diseñamos un objeto y hasta cuándo escribimos un posteo en Instagram. Si no sabes para quién lo haces, es imposible llamar la atención.

No te sientas mal por “dejar gente afuera”: si tu producto/servicio es para todos, en realidad no es para nadie.