Somos Mercurias | ¿Cómo cuidar la seguridad de mis cuentas?
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por Flor Rodríguez Gregori y Sofia Acebo

 

Si antes te robaban el celu mientras esperabas el colectivo, ahora te hackean el mail o la cuenta de Instagram. Lo que antes era el famoso “cuento del tío” ya se mudó al formato digital, y todas las semanas conocemos nuevas modalidades, una más ingeniosa que la otra. Nuestros datos personales no sólo son el negocio de las redes sociales, sino también para quienes son amigues de lo ajeno. Por eso, con este artículo queremos que conozcas las formas más populares que toman los robos virtuales, y dejarte algunos consejos para mejorar la seguridad de tus activos digitales, ya sean personales o de tu marca/emprendimiento.

 

Lo primero que queremos hacer es ¿introducirte? en el mundo criminal de internet (inserte aquí el gif de Carlín Calvo siendo “El Hacker”), para contarte cuáles son las formas más populares de engaños y estafas virtuales.

 

PHISHING: el nombre viene del término fishing, “estar de pesca”, ya que esta táctica es similar, porque los cibercriminales están “a la pesca” de que un usuario se descuide y caiga en su trampa. Es una de las primeras formas que surgieron de engaños virtuales, y su formato más común es a través del mail: nos llega un mensaje con una alerta o un aviso de beneficio, junto a un enlace. Muchas veces estos correos llegan disfrazados bajo formatos de comunicaciones de tipo bancarias, invitándonos a solicitar créditos, cambiar la contraseña del home banking, ofreciéndonos un nuevo producto, siempre llevandonos hacia un link externo (también disfrazado bajo un diseño del banco que es muy muy similar, pero que si lo vemos en detalle no es el mismo) donde nos pedirán datos personales e incluso los datos de nuestras tarjetas o cuentas bancarias. Es super importante NO COMPLETAR NADA y, ante la más mínima duda, comunicarse por teléfono o vía redes con tu banco para consultar si esa comunicación que te llegó por mail es oficial.

Generalmente, los bancos avisan a sus clientes que nunca piden ni pedirán datos personales ni claves por medios digitales ni telefónicos (porque también estos engaños pueden ser por teléfono), pero hay que estar atentes y no perder cuidado.

 

ENFODEMIA: este término nació del contexto actual, y es utilizado para aprovecharse del ambiente de angustia, estrés, miedo y confusión que nos puede llevar a caer en trampas y fraudes. Uno de los ejemplos que vimos durante el 2020 eran mensajes que se difundían por aplicaciones como Whatsapp o Telegram, que decían que “se venía un nuevo corralito” y que había que sacar todo el dinero de tu cuenta bancaria, lo que generaba miedo, confusión, y una oleada de asaltos a quienes salían de cajeros automáticos con grandes sumas de dinero.

 

EXTORSIONES: quien no tenga algo para ocultar en el historial de navegación, que tire la primera piedra, pero creemos que nada puede ser tan grave como para permitirse llegar a estos niveles. Las víctimas pueden ser amenazadas con la difusión de información o archivos privados, a cambio de una suma de dinero.

 

GROOMING: para nosotras, este delito es el más peligroso, ya que está específicamente orientado a menores de edad y niñes. Los criminales crean perfiles con identidades falsas para llegar a sus víctimas, mantener un vínculo y que el/la menor genere confianza en este personaje ficticio, cuyo objetivo final suele ser algún delito contra su integridad sexual. El grooming puede tener consecuencias “menores” (nótese el uso de comillas), como la difusión de imágenes de los menores para hacerles bullying, pero también puede llegar a que le niñe sufra amenazas constantes.

En Argentina, el grooming es un delito penal, y la Ley de Grooming (Ley 26.904) condena con sanciones de entre 6 meses a 4 años de prisión a quienes se contacten con menores de edad mediante distintas tecnologías “con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma”.

 

Hasta acá, el panorama parece bastante desolador, pero la verdad es que, así como internet nos genera estos “peligros”, también nos brinda herramientas para prevenirlos, y que son super fáciles de aplicar y tener en cuenta. Hicimos un listado de 10 tips y detalles a tener en cuenta para evitar situaciones riesgosas para nuestros datos:

 

1- No uses la misma contraseña para todo. Por usar la misma contraseña, en 2012 un grupo de hackers que consiguieron 117 millones de contraseñas de Linkedin, hackearon las cuentas de Twitter y de Pinterest de Mark Zuckerberg, que usaba la misma password para todo. Si no zafó Mark, imaginate lo que podemos esperar el resto de los mortales.

 

2- En relación al punto anterior, creá contraseñas seguras, que incluyan una letra en mayúscula, un número, y un caracter especial (pueden ser signos de puntuación, de interrogación, etc.). Además, siempre habilitá en tus dispositivos las contraseñas, ya sean con clave, patrón de seguridad, o reconocimiento facial o de huella dactilar. De esta forma, en caso de que los pierdas o te roben, podrás evitar que vean tu información y tus archivos.

 

3- Siempre hay que tener algún tipo de programa antivirus, tanto en computadoras como en dispositivos móviles.

 

4- No ingreses datos personales o contraseñas, ni hagas operaciones financieras, desde redes de WiFi abiertas.

 

5- Habilitá la verificación en dos pasos para las plataformas en las que tengas esa opción disponible, así te aseguras siempre de que podrás visualizar inicios de sesión desde otros dispositivos.

 

6- Hacé una copia de seguridad de tus datos y archivos más importantes.

 

7- Si tenés hijos menores de edad, controlá lo que hacen en las redes, o instala filtros de seguridad para evitar que naveguen en cualquier página web.

 

9- Algo similar con las personas mayores: debemos estar alertas y ayudarles cuando lo necesiten, ya que son los más vulnerables a caer en engaños.

 

10- No ingreses datos personales ni financieros en sitios no seguros. Para darte cuenta si un sitio es seguro, sólo tenés que verificar que la dirección web empiece con “https” y no con “http”.

 

Como dijimos, internet puede ser un mundo bastante peligroso, pero siempre hay gente dispuesta a ayudar a quienes lo necesitan. Te alentamos a que compartas este contenido con quien creas que lo puede necesitar, para cuidarnos entre nosotres, y a otres.

 

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