400 millones de personas suben historias a sus cuentas de Instagram, todos los días. Todes las usamos, y siempre tienen mucho más alcance que las publicaciones en el feed. Son una gran herramienta para mostrar tu día a día, tu rutina, el detrás de escena de tu marca o emprendimiento. Pero, ¿usamos verdaderamente todos los recursos que nos ofrecen? Spoiler alert: no.
Primero: no es necesario tener todas las herramientas que ofrece Instagram, sobretodo porque no siempre están disponibles. Por ejemplo, la posibilidad de poner música: ¿es una herramienta útil? Sí, obvio. ¿Pero es imprescindible? No tanto, si al fin y al cabo usamos historias sin música durante un montón de tiempo. Por eso mismo, repito: no es requisito excluyente tener todas las herramientas para hacer historias creativas y atractivas.
Segundo: si nos esforzamos planificando un feed, una paleta de colores, buscamos los mejores diseños posibles, ¿por qué no ponemos el mismo esfuerzo en las stories? Son una parte tan importante de tu estrategia digital como el feed, quizás incluso más, ya que como dije antes, te permite mostrar el día a día de tu marca, y eso es lo que genera una verdadera conexión con tu público.
Así que, sin más, voy con algunos tips que uso en las historias que hago, que capaz no son descubrir la pólvora, pero que definitivamente suman bastante al contenido que genero día a día.
1. Siempre que planifiques historias, pensalas en series. Un mínimo de 4 o 5 imágenes, boomerangs o vídeos de lo que quieras mostrar, generan mayor continuidad y, por consiguiente, un relato. Por ejemplo: si tenés una receta por mostrar, no es lo mismo subir una foto del plato terminado, que hacer una foto de cada ingrediente «sumándose» a un plato, y por último la foto del plato terminado. Aunque sólo sea una ensalada, estarías mostrando un proceso, un paso a paso, que crea una historia. Y si le sumas un lindo plato, o una buena iluminación, olvidate. La rompiste sólo con un tomate y unas hojas de lechuga.
2. ¿Te pasa que tenés muchos seguidores y siempre te likean o comentan las mismas cuentas? Bueno, podés mejorar eso usando bien las stories. ¿Cuántas veces por día votamos en encuestas o cuestionarios, o reaccionamos con emojis en esa especie de «termómetro»? Queremos que nuestra opinión sea leída o tomada en cuenta, por eso las historias son LA herramienta para generar interacciones de bajo compromiso, que son todas estas acciones que implican que la persona que mira tu contenido, interactúe con él con sólo un tap en la pantalla de su celular.
Las posibilidades que te dan las encuestas y los cuestionarios son infinitas. A mí, las que más me gustan son las que te permiten decidir sobre las acciones que se harán: qué color de tela usará una marca de ropa para sus próximas prendas, elegir el mejor día y horario para armar un ciclo de vivos, son sólo algunas de las propuestas que podés tomar para que tus seguidores se sientan parte activa de tu emprendimiento.
Además (y acá viene el verdadero tip), cuantas más interacciones generes con tus seguidores, mejorará tu posicionamiento en sus feeds personales, por lo que Instagram te mostrará más, y te mostrará primero.
3. Usá responsablemente los stickers, sobretodo aquellos que se crean por distintas causas. Esto no es un reto de madre (aunque un poco sí), pero sucede lo siguiente: cuando usas stickers, Instagram los muestra agrupando el contenido, tal como hace con los hashtags. Entonces, si no estás mostrando, por ejemplo, una acción de agradecimiento al personal médico, ¿por qué lo sumas? No tiene relación con el contenido que estás mostrando, y da la sensación de que usas «una buena causa» para ganar visibilidad. No tiene buen impacto en tu público, y lo más probable es que salteen todo tu contenido y los pierdas como seguidores.
4. Acá sí les traigo mi secreto: no es necesario ser unx profesional del diseño gráfico para ponerle diseño a tus historias. Esto lo aprendí mirando las stories de Mina Barrio, una fotógrafa española que la rompe. ¿Qué quiero decir con diseñar stories? Voy con algunos ejemplos más gráficos:
En estas imágenes, lo que hace Mina es muy sencillo:
- Fondo: un color plano, que lo podés hacer seleccionando el lápiz, el color que quieras, y presionando la pantalla durante dos segundos.
- Texto: usa las mismas fuentes de Instagram. De hecho, usa la fuente “común”, que a veces no tiene ningún atractivo, pero ella la hace ver linda poniendo espacios intermedios entre cada letra.
- ¿El corazón sobre la cara del perrito? En ese caso lo que hizo fue, primero, importar la imagen de Tango (su mascota, es fascinante y tiene su propio hashtag ♥), luego pintar con el color de fondo como les mencioné en el primer punto, y por último utilizó el lápiz borrador para generar el corazón.
- Las líneas que cruzan la imagen en la storie de la derecha, están hechas con el pincel “tiza”. Por la prolijidad de esas líneas, quizás ella se haya ayudado con un lápiz táctil, o bien poniendo algún elemento sobre la pantalla del celular para tomarlo como guía.
- Por último, el touch final: los emojis. Ubicados correctamente, combinando unos con otros (el café con las explosiones, las estrellitas con los corazones amarillos), dándoles distintas proporciones y tamaños, jugando.
Algo que hace mucho Mina, es intercambiar y jugar con los distintos tipos de fuentes que da Instagram, entonces crea niveles de prioridad para que leamos lo que tiene para decirnos.
Yo no soy ni fotógrafa ni diseñadora, pero les dejo estas ideas que tomé de ella y que se me fueron ocurriendo:
– Usar los íconos como el asterisco, el numeral, puntos y guiones, en distintos colores para crear un patrón divertido, con una vibra medio ochentosa, para cuando quiero publicar sólo texto.
– Cuando comparto una publicación y el fondo automático que genera Instagram es de un color no tan copado, uso los pinceles en distintos tamaños, formas y combinaciones, para darle un touch. En este caso, la publicación era un video de concientización sobre el cáncer de mama, entonces le puse elementos en rosa, que es el color que se utiliza para las campañas. Usé la fuente similar a Comic Sans, para aprovechar el fondo pintado que ofrece Instagram (que es como una pincelada), y luego pinté las esquinas, puse puntos en distintos tamaños, y voilá.
Estos son sólo algunos ejemplos de todos los experimentos que podemos hacer con Instagram Stories. Como dije al principio, no necesitamos ser diseñadores gráficos para crear historias atractivas en lo visual, ni aplicaciones que nos editen las fotos automáticamente. Sólo con las herramientas que nos ofrece la plataforma, y poniendo nuestras estrategias y la creatividad en acción, podemos hacer que nuestras historias la rompan y, de paso, ganar visibilidad en nuestros seguidores.