Somos Mercurias | La revolución de la creatividad
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por Malena Cuppari

 

La Revolución Francesa fue uno de los acontecimientos sociopolíticos más importantes de occidente. Fue un proceso que duró 10 años y que puso literalmente patas para arriba a la Francia del antiguo régimen. ¿Y qué tiene que ver esto con la creatividad? Bueno, repasemos…

 

El pueblo francés no estaba pasando un buen momento y decidió tomar cartas en el asunto, impulsado por el malestar que causaba la pésima calidad de vida a la que eran sometidos mientras sus monarcas despilfarraban fondos públicos sin parar, sumado a la alta carga impositiva que caía exclusivamente sobre los que menos tenían (¿les suena?) y la corriente del iluminismo (pensamiento que pone a la razón por encima de cualquier cosa) en auge.

  

Se organizaron en una Asamblea Nacional y sentaron las bases de la revolución que comenzó un 14 de julio de 1789 con la toma de la Bastilla, símbolo del absolutismo monárquico. A partir de ahí pasó de todo: inventaron la guillotina y decapitaron a figuras políticas, empezando por los reyes Luis XVI y María Antonieta. Todos los aspectos estatales, políticos, sociales y culturales cambiaron entre 1789 y 1799: las leyes y la economía, el arte y la ciencia, la educación, el ejército, el papel de la Iglesia, la administración territorial… Pasaron de ser un régimen absolutista a ser una república, y hasta inventaron un nuevo calendario. Nadie puede negar que les sobraba creatividad a los revolucionarios del siglo XVIII que, además, inspiraron a toda la región y fueron tomados como ejemplo por otras Naciones. Pero ese no es el punto al que quiero llegar, o al menos no por ahora.

 

La cuestión es que les conté todo esto porque durante la Revolución Francesa nació el lema “Libertad, Igualdad, Fraternidad” que, si bien al principio no pegó del todo, de a poco lo fueron adoptando en distintos períodos de revuelta social hasta que, recién en el año 1946 (casi 200 años después de la primera vez que se usó) fue plasmado en la Constitución y hoy en día es el lema oficial de la República de Francia.

 

Como primer punto, les dejo una moraleja que nunca pasa de moda: persevera y triunfarás. ¿Cuántas veces nos rechazan una idea y la ponemos a dormir para siempre en un cajón? Aprendamos de los franceses y volvamos a sacar ideas viejas cada tanto, a ver si se convierten en el lema de la patria.

 

Como segundo punto, el lema de Francia me parece tan inspirador que creo que tranquilamente podemos transformarlo en un recordatorio de lo que se necesita para iniciar una revolución creativa.

 

Libertad: Es la premisa principal sobre la que tenemos que trabajar a la hora de pensarnos como seres creativos. Parece obvio, parece fácil, pero no lo es. ¿Cuántas veces nos “ponemos la gorra” con nosotres mismes a la hora de crear y nos limitamos? Te tiro algunos ejemplos para refrescarte la memoria: “No tengo tiempo”; “No sé hacer X cosa”; “No me sale”; “No tengo plata”; y podría seguir.

 

No hace falta ser muy inteligente para darse cuenta que son sólo excusas que nos limitan. La creatividad, en palabras de Aniko Villalba, «es un asunto de principiantes, no de expertos». Ser principiante significa tener la mente abierta para absorber nuevos aprendizajes sin miradas prejuiciosas (que muchas veces vienen de nosotres mismes).

 

Igualdad: Si nos siguen hace un tiempo, probablemente nos leyeron mil veces decir esto pero acá va de nuevo: TODES SOMOS CREATIVES. No existe el don de la creatividad, no es que algunes son más creatives que otres. La creatividad es un músculo y, como tal, se entrena. Hay gente que toma la decisión consciente de trabajar más ese músculo y eso hace que sea más creativa, pero no es que nació así, es que trabajó para serlo.

 

No existen muchos ámbitos en los que rija la igualdad de una forma tan maravillosa como en este caso porque, además, la creatividad está en todas partes. Podés pintar un cuadro, resolver un problema de matemáticas, o hacer las tareas domésticas de forma creativa. Ningún rubro está exento.

 

Fraternidad: Siempre dos cabezas piensan mejor que una, y la creatividad se multiplica cuando prevalece lo colectivo por sobre lo individual. Esto se puede lograr trabajando en equipo, o bien alimentándose del trabajo de otres.

 

“De creer en el mito del genio solitario, la creatividad se convertirá en un acto antisocial. (…) La creatividad es siempre, en cierto sentido, una colaboración, el resultado de una mente conectada a otras mentes”

Austin Kleon – “Aprende a promocionar tu trabajo”

 

Vivimos en un mundo en el que todo está a un clic de distancia, aprovechemos esta increíble oportunidad para aprender de los que más admiramos, conocer gente nueva que nos inspire y hacer alianzas para crear juntes.

 

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