Cuando estamos metides en el mundo de la comunicación y el marketing digital, las palabras nuevas y los términos raros que refieren a las cosas cotidianas ya no nos sorprenden. Por eso, si les digo “gamificación”, ya deberían imaginarse que viene por el lado de los juegos. Sin embargo, ¿con qué se come la gamificación? En los próximos párrafos te lo explico con lujo de detalles.
Cada vez que entramos a una red social, nuestro principal objetivo es el entretenimiento y la diversión. Los usuarios quieren distraerse, y por eso las marcas tenemos que, en primer lugar, captar la atención de los usuarios, y en segundo lugar, ganar su confianza, porque eso potenciará y hará crecer nuestro engagement, es decir, el nivel de interacción de nuestra audiencia con nuestras comunicaciones. Cuántos términos nuevos estamos aprendiendo hoy, eh.
Por todo esto, la gamificación es una de las mejores fórmulas que podemos implementar en nuestra estrategia digital. Pero ¿en qué consiste?
Como bien dijimos, es una estrategia para trasladar alguna mecánica de juegos a nuestro contenido con el objetivo de mejorar el engagement, ya que es un contenido atractivo para el usuario, lo invita a participar y esto mejora la fidelización usuario-marca. En otras palabras, la gamificación nos permite crear juegos en nuestras redes que generen interacción y compromiso en nuestras audiencias, uniendo ocio y entretenimiento con contenido.
Si lo pensamos en retrospectiva, la gamificación no es algo nuevo: siendo chiquites, un montón de veces hemos aprendido a sumar y multiplicar a partir de juegos e interacciones, hemos aprendido distintos conceptos haciendo crucigramas o buscando palabras en una sopa de letras. La gamificación es un proceso que se puede aplicar en muchísimos aspectos de la vida cotidiana mediante diversas dinámicas, porque la combinación entre juego, interacción y ocio, y el carácter lúdico de esa combinación, nos predispone mejor a incorporar e interiorizar nuevos contenidos, consiguiendo mejores resultados que cualquier otro tipo de dinámica o estrategia.
Según los expertos del marketing, planificar una acción de gamificación requiere un proceso, como cualquier otra estrategia de marketing digital que se quiera implementar. Los pasos a seguir serían los siguientes:
1) Definir un objetivo: entender qué queremos conseguir con esta estrategia permitirá definir mejor qué tipo de dinámica implementar. ¿Queremos mejorar engagement, u obtener leads? ¿Queremos generar visualización de nuestra marca, o queremos que los usuarios generen contenido? Entender esto también es primordial para…
2) Definir el público objetivo: ¿quiénes querés que participen?
3) Definir y elegir una mecánica: tal como sucede con los sorteos, acá la única norma a seguir es la sencillez. Si tengo que ponerle like al posteo, etiquetar a 5 amigues, compartir la publicación en la historia etiquetando a la marca y encontrar al unicornio azul de Silvio Rodríguez, lo más probable es que la acción falle por compleja. Cuanto menos tareas, mejor.
4) Definir cuál será el incentivo: esto es un poco obvio. A mayor incentivo, mayor participación. De todas formas, no es imprescindible que exista, ya que como dijimos antes, la idea principal de aplicar dinámicas de gamificación es generar entretenimiento, así que el incentivo puede ser la diversión (muy Disney todo, ¿no?)
5) Redactar los copys: como siempre, los textos tienen que ser persuasivos e incentivar la participación.
6) Diseñar las gráficas: si bien podemos dejar volar la creatividad, pensá que esta publicación en particular requiere interacción, y para interactuar hay que entender. Evitá colores que tengan demasiado contraste entre sí, tratá de que el diseño sea sencillo pero atractivo, que no esté lleno de elementos que distraigan.
7) Mover el contenido: planificá la publicación como así también las réplicas en otros formatos (stories, reels, guías, etc.), y por otros canales: comunicalo en otras redes, mandalo por newsletter, subilo a tu web. Aquí también entra en juego la planificación de los recordatorios para que tus seguidores se acuerden que el juego está activo y que pueden seguir participando.
8) Medí los resultados de la acción: esto te va a ayudar a valorar de forma cualitativa y cuantitativa qué tan bien te resultó implementar la gamificación en tu contenido.
Para simplificar todo esto, vamos con algunos ejemplos que les ordeno de menor a mayor complejidad.
EJEMPLO A: Interacción en Stories
Cada vez que pensas un juego de preguntas y respuestas usando las herramientas de encuestas y cuestionarios que ofrecen las historias de Instagram, estás usando la gamificación. Una marca que utiliza esto de forma increíble es Balma Ropa, que sortea prendas entre los seguidores que participan en sus historias respondiendo preguntas sobre cultura pop y buscando emojis escondidos en ilustraciones del clásico “Buscando a Wally”. Un remixado genial y creativo que atrae interacciones de alto compromiso con excelentes incentivos (y si no me creen, miren qué linda es la ropa que hacen).
EJEMPLO B: Interacción simple en Feed
Muchas veces vemos sopas de letras en memes del estilo “las primeras tres palabras que encuentres definirán tu mes/año/semana”, y la número uno del marketing digital en Latinoamérica, Vilma Núñez, lo hizo en su feed para darte ideas sobre qué punto de tu negocio podés trabajar y/o reforzar en 2021. De esta forma, sus seguidores le comentaron con la palabra que encontraron, y ella después respondía los comentarios y los derivaba hacia contenidos específicos, producidos por ella, sobre cada temática. Un combo en 2×1 de interacción y tráfico hacia la web. Maravillosa jugada, Vilma.
EJEMPLO C: Interacción compleja en Feed
Durante 2020, a Netflix se le complicó pensar en hacer eventos para estrenar sus nuevos contenidos. Entonces, se volcó a hacer eventos digitales, y uno de los más notables fue el juego que armaron para el estreno de “La corazonada”, una película argentina de trama policial donde una investigadora tiene que seguir pistas para resolver un crimen. Y la N roja se lució en sus redes: inventó un juego donde, a partir de una publicación “madre” que te presentaba el escenario inicial de un crimen, te derivaba hacia otras cuentas donde obtenías más pistas, y así podías ir de cuenta en cuenta hasta resolver el crimen, tal como lo hacen los protagonistas de la peli.
Si bien este juego es increíble, también es complejo y requiere pensar en muchos aspectos: crear todas las cuentas paralelas, armar el diseño para cada una de ellas, formular en las consignas, impulsar la interacción a partir de los comentarios. Con esta acción, Netflix lo que logró fue que los usuarios generen interacción no sólo en sentido usuario-marca, sino también en sentido usuario-usuario, porque le compartías el juego a tu grupo de amigues y, por ejemplo, el primero que lo resuelve paga unas cervezas para el resto. También logró posicionamiento de marca, porque durante los días en los que estuvo vigente el juego de pistas, en las redes no se habló de otra cosa que del acertijo a lo CSI que había armado Netflix. Increíble, ¿no?.
Como conclusión de todo esto, entendemos que la gamificación es una estrategia super fácil de implementar en nuestras redes, y tenemos un montón de opciones disponibles para hacerlo. Además, está bueno para pensarlo como un desafío propio para pensar nuestro contenido “por fuera de la caja”, y ofrecer a nuestro público un contenido entretenido y educativo al mismo tiempo. ¿Qué más se puede pedir?