por Malena Cuppari

Todo el mundo tiene ideas. Todo el tiempo y todos los días se nos ocurren cosas nuevas. Tener ideas es inherente al ser humano, nadie está excepto de este maravilloso fenómeno. Pero entonces… ¿por qué a veces creemos que no se nos ocurre nada nuevo, o que no somos lo suficientemente creativos? Seguí leyendo que te lo respondemos.

Las dudas e inseguridades respecto de nuestra creatividad tiene que ver con varias cosas. Lo primero que tengo para decir sobre esto es algo que repito siempre: todes somos seres creativos. Hay una falsa creencia instalada socialmente que hace que las personas piensen que la creatividad es algo exclusivo de los artistas, de los músicos o de las personas que se dedican al diseño o a la publicidad. Esto es completamente falso, la creatividad es una herramienta que todes utilizamos permanentemente en nuestra vida cotidiana. Podemos ser abogados, contadores o administrativos creativos, podemos ejercer la paternidad y maternidad de forma creativa, podemos hasta ser creativos para limpiar la casa.

Por otro lado, a la hora de manifestar nuestra propia creatividad también suele operar el síndrome del impostor. Sobre esto, tenemos un artículo específico que les recomiendo que lean pero, a grandes rasgos, se trata de la falsa sensación de que somos unos farsantes que no estamos a la altura de las circunstancias y que las cualidades que otres ven en nosotres y por las que se nos asignan determinadas tareas, son sólo una ilusión que le hacemos creer a la sociedad.

Todas estas dudas e inseguridades que sentimos tienen más que ver con la sensación de que siempre se nos ocurren el mismo tipo de ideas. A esta altura no es ninguna novedad que si hacemos siempre lo mismo, no vamos a tener resultados diferentes. La creatividad es como un músculo: si no la ejercitamos, no se fortalece. Las personas más creativas no son aquellas que nacieron con un don especial, sino aquellas que ejercitan su creatividad a consciencia y sacan provecho de ello.

Al gimnasio de la creatividad tenemos que ir bastante seguido y muchas veces lo hacemos pero no nos damos cuenta. Por eso, voy a darte 3 rutinas de ejercicios básicos para que hagas en tu día a día para fortalecer tu creatividad y aplicarla en el aspecto de tu vida que prefieras.

Rutina N° 1: Cardio

¿Te estás exponiendo a nuevos inputs y situaciones desafiándote a encontrar ideas más interesantes?

En el libro “Roba como un artista. 10 cosas que nadie te dijo sobre ser creativo”, su autor Austin Kleon afirma que todas las ideas que se nos ocurren son una especie de remix de todos nuestros consumos culturales y experiencias. Las personas simplemente toman un pedazo de algo que ya existe, lo condimentan a su gusto y lo sacan a la cancha como algo nuevo. No puedo estar más de acuerdo con esta definición de creatividad.

Esto significa que para tener nuevas y mejores ideas, tenemos que exponernos a todo tipo de experiencias y situaciones. Julia Cameron en “El camino del artista”, otro libro que recomiendo mucho, suele llamar a esta experiencia “una cita con tu artista interior” y propone que una vez por semana agendes una cita con vos mismo para hacer algo que estimule tu creatividad. Puede ser ver una serie, leer un libro, ir al cine, ir a una plaza, visitar una muestra de arte, hacer una clase de yoga, escuchar un podcast, hablar con alguien que te inspire o lo que quieras. Lo importante es que elijas de forma consciente hacer algo que te ayude a activar tu modo creativo. Por más que consideremos que son cosas mínimas, todas estas experiencias nos muestran distintas realidades y nos hacen pensar cosas diferentes. Esa es la definición de creatividad.

¿Cuál va a ser la cita que vas a tener con tu artista interior esta semana?

Rutina N° 2: Fuerza

¿Estás impulsando tus ideas, dándoles una vuelta de tuerca para que sean más completas?

Estoy hablando de convertir un presentimiento en una idea y una idea en una hipótesis. Esto se logra trabajando las ideas. Tuve un profesor de creatividad publicitaria que llamaba a este proceso “estirar la masa”. Cada vez que alguien presentaba una idea para una publicidad que no estaba lo suficientemente trabajada, te decía “tenés que estirar la masa” haciendo alusión a que la idea tenía potencial pero faltaba trabajo.

Para hacer esto necesitamos nada más que el bien más preciado que tenemos: tiempo. Las ideas se vuelven sólidas cuando les dedicamos tiempo. Ideas de 15 minutos tiene cualquiera, la cosa se amplifica y se vuelve mucho más interesante cuando empezamos a dar vueltas sobre una idea, le agregamos cositas, cambiamos perspectivas y trabajamos.

¿Cuánto tiempo le vas a dedicar a tus ideas esta semana?

Rutina N° 3: Descanso

¿Estás publicando tus hipótesis, compartiendo tu razonamiento y haciendo que tus ideas choquen con el mundo real?

Una vez que manifestamos una idea y la trabajamos lo suficiente, llegó la hora de probarla, pedir opiniones y abrirse lo más posible al feedback constructivo que el mundo tiene para darnos. En este punto suele jugar bastante nuestra inseguridad, que nos hace pensar que nuestra idea no es digna de mostrarse porque no estamos listes para recibir feedback negativo. Les soy muy sincera amigues: no sé cómo superar esta etapa. Lo que hago yo es animarme a hacerlo igual, y la mayoría de las veces me fue bien. Si les da miedo, háganlo con miedo, pero háganlo.

Un ejemplo claro de esto es cuando pensamos ideas de posteos en redes sociales y llega la hora de publicarlos: no tenemos que tener miedo de lo que pueda suceder una vez que esto suceda, porque sea cual sea el resultado, el análisis de métricas nos dará una noción clara de qué es lo que tenemos que mejorar y por qué.

¿Qué idea vas a exponer al mundo real esta semana?

Hasta acá mi rutina de ejercicios para estimular nuestra creatividad. Como verán, no necesitan pagar ninguna cuota ni comprar ningún material específico para hacerla. Así que espero que puedan ponerla en práctica esta misma semana y empiecen a experimentar los enormes beneficios de ser una persona creativamente sana.