por Malena Cuppari

Se terminó la primera parte del 2021 y parece que fue ayer cuando estábamos jurando que este año íbamos a comer mejor, hacer más ejercicio, dejar de fumar y ser más felices. ¿Sucedió? Si la respuesta es sí, podes dejar de leer este artículo y escribir uno vos para contarnos cómo hiciste. De lo contrario, quedate cerca que te contamos ideas, tips y herramientas para hacer un mini balance de este primer semestre, y planificar el que viene.

Lo primero que quiero aclarar es que la recomendación de planificar lo que se viene no es para que sumes un montón de obligaciones a lo que queda del año. Mas bien todo lo contrario: quiero proponerte que proyectes lo que queda del 2021 eligiendo MUY cuidadosamente dónde vas a poner tu energía y cuáles serán las cuestiones que querés priorizar teniendo como objetivo principal tu felicidad y disfrute. ¿Vamos?

Paso #1: Desempolva la lista de objetivos del 2021

Seguramente en algún momento entre diciembre del 2020 y enero del 2021 escribiste o al menos pensaste en cómo querías que fuera este año, qué cosas querías lograr y cuáles querías dejar de hacer. Si no lo hiciste, no hay problema, salteate este paso y seguí con el #2.
Buscá esa lista, ya sea física, digital o mentalmente, volvé a leerla, y respondé las siguientes preguntas:

📌 ¿Cuáles de estos objetivos alcanzaste total o parcialmente? Celebra/te por los que cumpliste.
📌 ¿Seguís queriendo todo lo que está en esa lista? ¿Qué cambiarías y por qué?

Paso #2: Balance del primer semestre del 2021

Repasá tu agenda, bullet journal, cuadernos, notas, conversaciones de Whatsapp, o cualquier otra cosa que sientas que puede llegar a tener documentadas las cosas que te fueron pasando entre enero y junio del 2021. Respondé las siguientes preguntas:

📌 ¿Cuáles fueron tus logros de esta primera mitad del año?
Aclaración: pensá la palabra “logro” en un sentido amplio, no solamente en términos laborales, económicos o académicos. Por ejemplo, algunos de mis logros de este semestre fue que volví a hacer terapia, que estoy trabajando menos, y que me mantuve relativamente constante haciendo actividad física al menos dos veces por semana.

📌 ¿Cuáles fueron las cosas lindas que te pasaron y por las que estás agradecide?
📌 ¿Cuáles fueron las cosas feas que te pasaron? ¿Podés identificar alguna enseñanza en ellas?

No te olvides repasar todos los aspectos de tu vida, podés leer este artículo en el que planteamos 7 pilares que consideramos esenciales para el desarrollo personal.
Si te cuesta encontrar tus propios logros, te recomiendo charlar con tu familia, tus amigues, tus compañeres de trabajo, etc., sobre este primer semestre del año, y contarles cuáles crees que fueron sus logros para que después ellxs hagan lo mismo con vos. Te va a facilitar bastante el trabajo, siempre es más fácil encontrar cosas positivas en los demás.

Paso #3: Objetivos para el segundo semestre 2021

Proyectá la segunda mitad del año respondiendo las siguientes preguntas:

📌 ¿Qué te gustaría hacer en la segunda mitad del año? ¿Por qué?
📌 ¿Qué acciones vas a activar para llevarlas a cabo?

Lo ideal sería que retomes las cuestiones pendientes que te quedaron de la lista de objetivos 2021, elimines lo que no va, y agregues lo que tengas ganas. No te olvides de responder el por qué de cada cosa: es muy fácil pensar en mil cosas para hacer de acá a diciembre, pero si ninguna tiene un motivo detrás, lo único que vamos a lograr es frustrarnos cuando llegue fin de año y no hayamos logrado lo que planteamos. Mi consejo es que no te propongas más de 5 objetivos, aunque para ser sincera, 5 es un montón (sobretodo para la segunda mitad del año). La idea no es llenarnos de exigencias, sino ordenar nuestras prioridades y disfrutar el viaje.

Te recomiendo que uses la técnica SMART para setear estos nuevos objetivos. Si todavía no los conoces, podés aprender qué son y cómo hacerlos en este artículo.

Paso número 4: Planificación

Ahora que ya sabes qué es lo que querés hacer en los próximos 6 meses y qué acciones vas a llevar a cabo para lograrlo, sólo queda ubicar estas acciones en una línea temporal. Obviamente este paso podés hacerlo de la forma que quieras, pero te voy a contar cómo lo hago yo.

Las cosas salen mejor cuando estamos enfocades, entonces yo siempre prefiero abordar un objetivo a la vez. Por supuesto que hay algunos que puedo trabajar en simultáneo, pero cada uno de mis objetivos tienen un momento del año en el que les dedico el mayor foco posible. En el momento en el que escribo este artículo (julio 2021), mi mayor foco está puesto en terminar la decoración/funcionalidad de mi casa, que es un objetivo que me puse a principio de año y que originalmente había planificado para mayo, pero bueno. Dentro de la demora, elijo tomar como un logro el no haberlo aplazado para siempre.

A mí también me sirve mucho trabajar por temporadas. Por ejemplo, si uno de mis objetivos es hacer cambios en mi casa y sé que cuando hace frío paso más tiempo ahí, voy a dejar este objetivo para los meses en los que hace frío, porque sé que voy a estar más disponible para ese espacio.

En último lugar, también suelo dividir la vida en meses (como cuando planifico contenido), sobre todo si se trata de semestres o de períodos más cortos. Chequeo lo que está en agenda cada uno de los meses en cuestión, y me fijo de qué forma puedo amoldarlo a mi propia planificación. En estos casos, trato de abordar todas las cuestiones posibles: estaciones del año, fechas importantes, eventos propios y ajenos, efemérides, etc.

Por ejemplo, si uno de mis objetivos es pasar más tiempo con mi familia, por supuesto que voy a intentar hacer varias cosas durante el año para que eso suceda, pero puedo elegir un mes en el que esa sea mi prioridad absoluta. Entonces le pondría mi mayor foco en diciembre, que son las fiestas y se pueden proponer varios planes para hacer todes juntes entre navidad y año nuevo, que son fechas en las que une suele estar más distendide de obligaciones.

Como verán, esto no es una fórmula matemática, y no hay maneras correcta o incorrecta de planificar la vida. Cada uno lo puede hacer como mejor le parezca, combinando algunas de estas opciones, todas, o quedándose sólo con una. Lo importante es que la planificación se mantenga fiel a nuestros deseos y no se convierta en una lista de exigencias que sólo nos produzca ansiedad, sino una herramienta que nos ayude a vivir la vida que queremos vivir.